Del patriotismo a la rapiña

Terminados los festejos del Bicentenario, se arriaron las banderas, se plegaron y se archivaron, y volvimos a la normalidad.
Ya se le rindieron a la patria sus tres o cuatro días de fervor y sueños de grandeza. Nadie se puso a estudiar la forma de capitalizar ese fervor nacional hacia un destino de grandeza como nación, sino que lo que está en estudio es la forma de rapiñar ese fervor popular hacia un destino partidario.
Así estamos: del patriotismo al partidismo en menos de 48 Hs.
Como pueblo, dimos un ejemplo y una lección. Como dirigentes, no ven nada más allá de los límites de su partido.
Ojo: que el blanco de esta incipiente rapiña es tu voto... ¿qué gilada vas a comprar?
http://tinyurl.com/3ajwkt7
http://tinyurl.com/2vhpguv
Desde el Congreso, eje central de la confrontación durante los últimos meses, intentan mostrarse más 'sutiles':
http://tinyurl.com/33j7p2t
Lo cierto, es que en toda la recordación que se hizo de los sucesos históricos que nos trajeron hasta este Bicentenario, se mencionó en reiteradas oportunidades a la flamante estrella de los DDHH: los pueblos originarios.
Pero nadie se acordó de aquellos que fuimos obligados a vivir parte de la década más infame y más terrorífica que vivió el país en 200 años con un FAL en las manos, en el medio de una lucha fratricida que no elegimos ni provocamos... ni nadie se acordó de los casi 300 compañeros que con sólo 20 ó 18 años dejaron sus vidas al servicio de esta patria.
¡Qué vergüenza... presidir un país de estas características!
Pero no todo está perdido y hay algo que también es muy cierto, compañero: los 165.000 que regresamos con vida de aquel infierno, y hoy somos condenados al eterno purgatorio del olvido y la discriminación, sabremos darle a nuestros votos el destino de grandeza y auténtica reconciliación nacional que el Bicentenario dejó de lado. ¡No debemos dejarnos rapiñar!
Gracias por leer...