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"La Memoria no se nutre de olvidos ni olvidados"

viernes, 21 de agosto de 2009

Humor XX

Hacía muchos años que un hombre trabajaba en Burger King, donde elaboraba los productos que ahí venden. Un día le confesó a su mujer que estaba poseído por una terrible compulsión: un impulso incontrolable de meter su pene en la peladora de papas.
Espantada, la esposa le sugirió que consultara con un Psicólogo.
El marido prometió que lo pensaría, pero continuó repitiéndole y repitiéndole a la esposa lo mismo, hasta que ella, aburrida, un día le dijo:
- ¡Pues acaba y mételo en la peladora de papas y no fastidies más, es tu problema!
Al día siguiente, el marido llegó a casa cabizbajo, profundamente abatido.
- ¿Qué pasó, querido?, le preguntó la mujer, preparándose para lo peor.
- ¿Te acuerdas de mi compulsión de meter el pene en la peladora de papas?
- ¡Oh, no - gritó la mujer - no me digas que lo hiciste!
- ¡Sí, lo hice!
- ¡Oh Dios! ¿y qué pasó?
- Me despidieron por exhibición obscena en área laboral… - respondió el marido.
- ¿Y... la peladora de papas te lastimó mucho?
- No... a ella también la despidieron.
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A los 95 años de edad, y con un Alzheimer muy avanzado, Juan se casó con Ana, de 25. Debido a que su marido es tan viejo, Ana decide que después de la boda, ella y su flamante esposo deben tener dormitorios separados.
Después de la fiesta, Ana se prepara para ir a la cama cuando escucha golpes en la puerta. Al abrir está don Juan, con sus 95 años… listo para la acción.
Concluido el acto, el anciano le da un beso de buenas noches y vuelve a su dormitorio. Después de algunos minutos, Ana oye otra vez golpes en la puerta del dormitorio y es don Juan…. listo para la segunda vuelta.
Sorprendida, Ana acepta. Al terminar, su marido le da un cariñoso beso de buenas noches y se va.
Más tarde, el anciano está otra vez tocando la puerta, tan fresco como un muchacho de 25 años… listo nuevamente.
Y así sucede dos veces más, don Juan regresa con Ana, y después de la acción le da un beso de buenas noches a su esposa y regresa a su cuarto.
Después de una hora, regresa por sexta vez, como si nada. Termina y le da un beso de buenas noches, pero en esta ocasión ella lo detiene y le pide que se no se vaya. Sorprendida le dice:
- Me impresiona que a tu edad puedas repetir esto tantas veces, Juan. ¡En verdad eres un gran amante! He estado con hombres con un tercio de tu edad y son totalmente incapaces de seguirte el paso.
Desconcertado, el anciano le pregunta:
- ¡¿Cómo?!, ¿ya había venido antes?
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- ¡Oiga!... ¿éste colectivo me lleva al cementerio?
- Hombre, si se pone delante, es posible.
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- Mi hija se casó con un piloto italiano ¿y la tuya?
- Con un vestido de seda chino.
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En el manicomio, un loco se acerca a un hombre que viste con guardapolvo blanco y le pregunta:
- Señor, ¿usted quién es?
- Yo soy el director de este hospital.
- Oiga... no es por nada -dice el loco- pero no creo que eso le sirva de mucho.
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Jesucristo camina por el desierto con los doce apóstoles y ordena:
- Coged una piedra y marchad con ella a cuestas.
Para expresar su espíritu de sacrificio y voluntad, todos levantan una gran roca cada uno, mientras Judas toma una pequeñita. Al rato, los apóstoles le dicen:
- Maestro, tenemos hambre.
- Que las piedras que cada uno lleva se conviertan en pan! -dice Jesús.
Y todos comen mucho, menos Judas, que sólo puede comer un bocadito.
Al día siguiente, se disponen a ascender al Monte Sinaí. Jesús ordena nuevamente:
- Coged otra piedra para volver a caminar.
Para no caer nuevamente en el pecado de la gula, todos levantan una pequeña piedra, pero Judas, esta vez, toma un peñasco de media tonelada. Una vez arribados a la cima, los apóstoles dicen:
- Maestro, tenemos hambre...
Ante la mirada expectante de Judas, dijo Jesús:
- Está bien... tiren las piedras a la mierda y no se hagan problemas, muchachos, que hoy traje facturas...
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Llega un ciego a una playa, clava su bastón blanco en la arena, despliega y acomoda su sillita, clava una sombrilla en la arena, la abre, se saca la musculosa, abre su bolso, saca un bollo de algo plástico y se dirige a la orilla.
Comienza a inflar el plástico, y cuando iba por la mitad, se le acerca un tipo y le dice:
- Discúlpeme... ya me di cuenta que usted es no-vidente, pero le digo que eso que tanto trabajo le cuesta inflar, es una muñeca inflable...
- Noooo!! -dice el ciego.
- Sí -responde le tipo- por eso le aviso... hay mucha gente que lo está mirando...
- ¡La puta que lo parióooooo...!
- Bueno, hombre... no se haga tanto problema, cualquiera entiende que Usted no ve...
- No, no... ¡la puta que lo parió!... Entonces hace una semana que me estoy cogiendo al patito...
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Sube un borracho a un colectivo, y a poco de andar dice:
- Con su permisoooo... ¡me voy a tirar un peeedooo!
Todo el pasaje se levanta y se dirige al fondo del colectivo. Y el borracho dice:
- ¡Dije un pedoo...! ¡¡No un corner!!
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Una anciana pareja estaba celebrando su 50 aniversario de boda, por eso decidieron volver al pequeño pueblo donde se habían conocido.
Sentado junto a ellos, en un café,  estaba el policía local que sonreía mientras ellos hablaban...
- ¿Recuerdas la primera vez que hicimos el amor? Fue sobre ese prado que está al otro lado de la carretera... cuando te puse contra la reja... ¿Por qué no lo hacemos otra vez por los viejos tiempos?
Salieron del café y cruzaron hasta el prado.
El policía se sonrió, pensando cuan románticos eran, y que lo mejor sería que le echase un vistazo a la pareja, por si acaso se hacían daño.
El viejito tomó a su mujer cuando estuvieron desnudos y la apoyó contra la reja. El policía, que seguía mirando, no podía creer lo que veía.
Con la vitalidad de una jovencita, la mujer se movía violentamente arriba abajo, mientras el marido se convulsionaba como un salvaje.
Siguieron así durante un buen rato hasta que los dos cayeron al  suelo, totalmente exhaustos.
Más tarde el policía se acercó y les dijo:
- Ha sido la forma de hacer el amor más bonita que he visto en mi  vida... Ustedes debieron ser una pareja muy salvaje cuando eran jóvenes.
- No... realmente -dijo el viejito- cuándo nosotros éramos jóvenes, esa reja de mierda no estaba electrificada...

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