~"Somos la parte olvidada en la construcción de la Memoria Colectiva"~
"La Memoria no se nutre de olvidos ni olvidados"

miércoles, 18 de marzo de 2009

¿Cómo era que eran...

...los Derechos Humanos?

Siempre escuchamos o leemos a mucha gente que, ante distintos hechos que sucedieron y suceden, y desde distintos planos de la sociedad, invocan el amparo de los 'Derechos Humanos', cosa que los Ex Soldados Clases 53/59 también hacemos.
Como ambas palabras tienen un contenido casi explícito en sí mismo, suelo advertir que tal invocación es realizada a través de un concepto casi 'intuitivo', o al menos un concepto genérico acerca de lo que son y significan los Derechos Humanos.
Cuando ciudadanos simples, comunes y corrientes, resultan ser víctimas de cualesquier accionar tipificado como delito -en todas y cualquiera de sus variantes- muchas veces se los suele observar reclamar para sí el amparo de los DDHH.
La falta de información cierta y concreta acerca de qué es lo que constituyen en realidad los DDHH, hace que tal reclamo de amparo, tal invocación a su favor, la realicen a través de ese concepto intuitivo y casi genérico que mencionaba anteriormente.
Observo -corrientemente- que tal reclamo de atención por parte de esta gente, no es atendida en función de sus 'Derechos Humanos', sino exclusivamente en función de la legislación Penal, o la que pudiere corresponder.
Surgen entonces -en respuesta a tal invocación- un número importante de 'eruditos' en materia de DDHH, entre los que se cuentan abogados, periodistas y especialistas que militan en casi todas las disciplinas, que salen a la palestra a brindar 'información' acerca de la competencia de los DDHH.
Información ésta, profusamente cargada de desinformación, bastante alejada de sus genuinas fuentes, y más próxima a ciertos y determinados intereses, que casi podríamos llamar 'sectoriales'.
La desinformación que más profusamente es volcada al seno de la sociedad por estos especialistas, es aquella que explica -con mayor o menor extensión- que los Derechos Humanos son aquellos que amparan a las personas de los excesos, los abusos y los delitos cometidos desde el Estado o sus Instituciones, y no tiene competencia en materia de delitos cometidos por particulares, o delincuentes comunes, si se quiere.
Sustentan esta explicación en razón de que, dado que el Estado es quien posee el monopolio de la violencia, es necesaria la competencia de los Derechos conocidos como Derechos Humanos y las organizaciones que los representan, a los efectos de evitar tales abusos, y garantizar el cumplimiento de todos los derechos y garantías que la ley dispone para todos los individuos.
Es decir, transmiten y reafirman la idea de que los DDHH son aplicables y tienen competencia "sólo si"... hay participación alguna del Estado, o es ese mismo Estado quien está en situación de vulnerarlos.
Ahora bien, acá hay un pequeño problema: los DDHH no son una entelequia, ni un concepto genérico, ni un concepto derivado de un conocimiento 'intuitivo', de modo que pasemos a la fuente...
Los DDHH tienen existencia real, desde que las Naciones Unidas, por Resolución de Asamblea General 217 A, del día 10 de diciembre de 1948, adoptó y proclamó la "Declaración Universal de los Derechos Humanos".
Dicha Declaración no constituye un extensísimo tratado de difícil comprensión. Consta tan sólo de treinta artículos breves y de fácil interpretación, precedidos de un Preámbulo.
Cualquiera que lea con atención esta "Declaración Universal de los Derechos Humanos", no encontrará, ni en el Preámbulo, ni a lo largo de sus treinta artículos, ninguna expresión manifiesta o tácita, acerca de que tal declaración tendrá competencia y aplicación sólo en los casos en que alguno de sus artículos o preceptos sea violado desde y/o con la participación del Estado o sus Instituciones.
Por el contrario, en el Preámbulo dice: "Considerando que los Estados Miembros se han comprometido a asegurar, [...] el respeto universal y efectivo a los derechos y libertades fundamentales del hombre, y..."
Es decir -y en buen romance- la "Declaración Universal de los Derechos Humanos" no fue redactada para 'vigilar' el comportamiento de los Estados, sino que es el mismo Estado quien se comprometió a garantizar su cumplimiento y observancia, o lo que es lo mismo, el propio Estado debería ser el 'vigilador', ante sí mismo y ante los demás.
Lo cierto es que a través de los años, el Estado argentino poco se preocupó por cumplir y hacer cumplir el mandato de esa Declaración, y a partir del inicio de la década del '70, ni siquiera formaba parte de su agenda.
Y más aún, a partir del golpe del '76, ni siquiera existía la más mínima consideración hacia ese texto y sus implicancias.
Por lo que, en materia de DDHH, el Estado dejó un gran vacío, y sabido es, que donde hay un vacío alguien lo ocupa.
Así fue que, las entonces incipientes y poco numerosas organizaciones de DDHH comenzaron a cumplir el rol que el Estado no cumplía. La designación de Pérez Esquivel como Premio Nobel de la Paz en pleno gobierno militar -en 1980- significó, no sólo un gran espaldarazo a estas ONGs, sino a la vez un claro mensaje de la comunidad internacional a la dictadura, acerca de su preocupación por lo que ocurría en nuestro país en materia de DDHH.
Recuerdo que hace unos cuantos años, también se desinformaba acerca del alcance de los Derechos Humanos, expresando que la órbita de los mismos era aplicable sólo a los casos de aquellos detenidos por cuestiones políticas y nada más. ¿Nadie lo recuerda? ¿Se acuerdan de los "presos políticos" y sus Derechos Humanos?
Yo lo recuerdo, y en aquellos años me resultaba obvio por demás, atento a las flagrantes violaciones de todo orden que se cometían durante la dictadura, casi exclusivamente en perjuicio de todos aquellos sobre quienes pesaba una acusación de delitos por cuestiones políticas, llámese subversivo, zurdito o sospechoso.
Pero por obvio que pareciera, no era esa la letra de la Declaración de DDHH.
Como el grueso de las víctimas de aquella dictadura feroz estaba compuesta por militantes sociales y/o políticos de diversa extracción, pero sus victimarios eran todos -o casi todos- miembros de Instituciones del Estado, se forjó la idea de que los DDHH amparaban a las personas que fueran victimizadas desde estas Instituciones, o lo que es lo mismo, desde el Estado. Pero no es eso, precisamente, lo que dice la Declaración.
Con el correr del tiempo, el espectro de 'beneficiarios' contemplados dentro del alcance de los DDHH se extendió a los detenidos por cualquier causa, y a los casos de marginación o exclusión social, situación que continúa hasta nuestros días.
Al mismo tiempo que crecían, las ONGs de DDHH también adquirían fuerza y poder político, por lo que aquél espacio vacío que ocuparon, está hoy férreamente consolidado.
Del Preámbulo y quiénes deberían ejercer la observancia y garantizar el mandato de la Declaración: bien, gracias...
Merced a aquella inoperancia y desinterés del Estado por esta materia, más el constante trabajo militante de estas ONGs, hoy asistimos a una suerte de 'transferencia' del poder de policía -instituido en el Preámbulo- desde el Estado, hacia estas ONGs.
Hoy son ellas las que determinan el alcance de los términos de la Declaración, y hasta dónde se extiende la órbita de acción de todo lo que pudiera estar comprendido dentro de los 'Derechos Humanos'.
En consecuencia, el rango de acción de la mayoría de estas ONGs está comprendido por la defensa de los derechos de la mayoría victimizada, y en la acusación a la mayoría victimizadora.
La minoría victimizada, y la minoría victimaria no son materia de su competencia. Más bien, la minoría victimizada no cuenta porque es considerada parte del 'enemigo', y la minoría victimaria es intocable porque, o son parte, o son sus aliados en la lucha.
Al día de hoy, tampoco constituye materia de competencia lo que acontezca con cualquier ciudadano común y silvestre, victimizado por cualquier 'cosa' ajena al Estado.
Por lo tanto, aquél sentido primigenio de "Universalidad" de la Declaración, hoy y acá, no lo es tanto, sino más bien parece ser que los preceptos establecidos en la misma son de propiedad privada y sectorial.
Para sustentar con mayor énfasis esta reflexión, podría hacer un análisis de cada uno de los treinta artículos de la Declaración.
Llegaría entonces a una inequívoca conclusión: la Declaración Universal de Derechos Humanos, constituye una enumeración de libertades y derechos que un Estado tiene la obligación de garantizar a todos sus habitantes, no solamente a sus ciudadanos.
Pero en ningún lado dice, que los DDHH de un individuo se considerarán violados si es el Estado el que lo hace.
Para no hacer esto más extenso, me detendré sólo en el último artículo.
Ése que dice: "Nada en esta Declaración podrá interpretarse en el sentido de que confiere derecho alguno al Estado, a un grupo o a una persona, para emprender y desarrollar actividades o realizar actos tendientes a la supresión de cualquiera de los derechos y libertades proclamados en esta Declaración."
Por lo tanto, si yo me encuentro en situación de que alguna de mis libertades o derechos consagrados en cualquiera de los veintinueve artículos anteriores, fueron o están siendo violados, puedo exigir el amparo y la aplicación de esta Declaración.
Tal como están las cosas, puede ocurrir que mis derechos hayan sido o estén siendo violados desde el Estado; y en tal caso quizás, quizás, me den algo de bola... aunque tendría que ser del palo... y éso es lo que ocurre con los Ex Soldados Clases 53/59: no somos del palo...
En cambio, si mis derechos están siendo violados por una persona o grupo de personas ajenos al Estado, no me darán ni cinco de pelota.
Tampoco se la darán a cualquier ciudadano común y silvestre.
Y explicarán que los DDHH bla, bla... de los excesos y abusos por parte del Estado.. bla bla.
Entonces yo pregunto: ¿Puedo interpretar que quien me está explicando eso, ya sea una persona, un grupo o el mismo Estado, se trata de alguien que "emprende y desarrolla actividades o realiza actos tendientes a la supresión de mis derechos y libertades proclamados en la Declaración"?
Si la respuesta fuese afirmativa, ¿no estaría esa persona o grupo, violando mis Derechos Humanos al intentar suprimirlos con falsos argumentos acerca de la extensión de su competencia? ¿No estaría violando absolutamente todos los principios de dice defender?
Hoy, desde otra bandera, ¿Seguimos con el mismo slogan? ¿Somos todos derechos y humanos?
Si tomo como cierta la 'explicación' que me dan acerca de su competencia, también me surge otra duda: cuando el Estado se comprometió a garantizar los derechos y libertades proclamados en la Declaración, ¿sólo es culpable cuando ejerce una acción en contrario? ¿O también puede ser culpable por omisión?
Ya sea por acción u omisión, no me cabe ninguna duda de que los Ex Soldados 53/59 estamos comprendidos dentro de los alcances de la Declaración, porque ambas circunstancias se dieron simultáneamente en el transcurso de nuestro período conscripcional... y lo sostengo aún tomando por ciertas y válidas esas 'explicaciones'...aunque, insisto: como no somos del palo... somos discriminados... y cuando nos discriminan, violan los DDHH, o sea que violan los mismos principios de los cuales se jactan, constituyen su bandera más sagrada.
Creo que algún día, el radio de acción de lo que comprenden los DDHH se extenderá a todo el espectro de colores... excepto -claro está- al verde oliva... y nunca entenderán que ese color nos fue impuesto desde el Estado, y en cumplimiento de una ley nacional.
Es tan sencillo de comprender el texto de la Declaración, que pareciera ser que lo que dice, son todas pelotudeces... producto, sin dudas, de este mundo pelotudo en que vivimos que nos hace creer que todo lo que es complejo para entender, es lo verdaderamente importante.
Entonces hay gente que se ocupa de hacer complejo lo sencillo, dificultándole a una gran mayoría el entendimiento de los alcances de los DDHH, porque lo importante, en realidad, no son los mismos, sino quién conduce su interpretación.
Mientras tanto, los Derechos Humanos ahí están... esperando que los astrofísicos determinen con exactitud la extensión y composición del Universo, a los efectos de poder cumplimentar aquello de "Universales"...

No hay comentarios.: